El Impresionismo
HISTORIA
El
nacimiento del movimiento impresionista
Un grupo de
artistas crea un nuevo estilo de pintura
La historia
del movimiento impresionista gira en torno a una serie de encuentros entre
diferentes pintores en busca de su independencia artística durante la segunda
mitad del siglo XIX. Si contamos los principales pintores impresionistas que
formaron parte de este movimiento, como Claude Monet, Édouard Manet, Alfred
Sisley, Pierre-Auguste Renoir, Paul Cézanne, Camille Pissarro y Vincent Van
Gogh, una misma causa los reunió: deshacerse de los códigos estrictos fijados
en aquella época por la Real Academia de Pintura y Escultura. Por esto, deciden
trabajar en talleres privados, lo que les permite pintar libremente y a su
manera. El espíritu del impresionismo se resume en cierta forma en una frase
pronunciada por Manet: «Pinto lo que veo, y no lo que los otros quieren ver».
El
impresionismo es un movimiento que consiste en una nueva representación de la
realidad y que marca un hito en el arte de la época. Durante los años 1850,
Monet y Manet también se inspiraron de las estampas japonesas, en particular de
artistas como Hokusai e Hiroshige. De hecho, ambos pintores fueron influenciados
por este arte venido de Extremo Oriente y Monet llegó a poseer una colección de
250 estampas, expuestas hoy en la Fundación Monet en Giverny.
Sus principales características
Juegos de
colores y de luz
Los
impresionistas tienen cuidado de no mezclar los colores, sino de yuxtaponerlos
empleando pinceladas rápidas que recuerdan la naturaleza espontánea de su arte.
La elección de los colores enriquece las pinturas, los colores vivos y claros
expresan la luz y todos los efectos que puede tener sobre los paisajes,
otorgándoles así un aspecto nunca antes visto en su tiempo. Por los movimientos
del paisaje visibles en los cuadros, la visión de la naturaleza es aún más
inquietante y seductora. Para describir los cuadros se habla de vibraciones, de
juegos de reflejos y de luz...Algunos artistas llegan hasta pintar el mismo
paisaje a distintas horas del día o en diferentes estaciones para jugar con los
colores cambiantes. En el Museo de los Impresionistas, podrá admirar un buen
número de cuadros impresionistas. Al visitar Giverny, descubrirá el Museo de
los Impresionistas, donde podrá contemplar las obras impresionistas más bellas.
Entre los paisajes que marcaron la historia del impresionismo se encuentran los
nenúfares y la catedral de Rouen, pintados por Monet. Los impresionistas
establecieron como punto fundamental el estudio de la luz a través de la
técnica pictórica. Ellos comprendieron que los colores no eran una propiedad de
los objetos, sino el resultado de la refracción de la luz sobre la materia.
Hasta el
momento, la luz había sido estudiada en el arte como símbolo de la divinidad o
conocimiento (arte gótico), o como elemento plástico para lograr volúmenes
definidos y representaciones naturalistas y verosímiles (Renacimiento, clasicismo).
Los
impresionistas hacen de la luz en sí misma el centro de interés y, por tanto,
se abocan a la representación de sus efectos. Es decir, estudian la luz como
fenómeno: su comportamiento, su evolución en el instante, el modo en que
interactúa con los objetos. Así, todas las técnicas y características que
desarrollaron se desprenden este fundamento. Quedará en evidencia en los
siguientes puntos.
Los 10 grandes artistas impresionistas
Pintores Impresionistas:
Frente al
Salón oficial de la Academia francesa, dominado por la pintura académica, los
impresionistas se darán a conocer desde 1870 (con gran escándalo del público y
ciertos críticos) inicialmente en el Salón de los rechazados donde se exponía
lo no admitido por el Salón oficial y, posteriormente desde 1874, en
exposiciones colectivas hasta que comienzan a alcanzar cierto éxito (a partir
de 1886).
Edouard
Manet (1832-1883): Más que un impresionista es un precursor, un símbolo del
antiacademicismo. Su formación es clásica, con influencias de Tiziano,
Velázquez o Goya, aunque concibe sus obras con un sentido muy moderno del color
y del dibujo a base de grandes manchas de colores planos aplicados con una
pincelada suelta. Dentro de su obra destacan temas con referentes clásicos pero
contextualizados en su época: El almuerzo campestre, inspirado en una obra
veneciana del siglo XVI, o la Olimpia, inspirada en la Venus de Urbino de
Tiziano. No obstante estas obras escandalizaron fuertemente a la sociedad
burguesa al situar en el siglo XIX a desnudos femeninos junto a hombres (El
almuerzo campestre) o retratar una prostituta junto a su criada negra
(Olimpia). Dentro de su producción sobresalen también las escenas de la vida
urbana (El bar del Folies-Bergère) o los retratos (Émile Zola).
Claude Monet (1840-1926): Es el
impresionista por excelencia. Se interesa sobre todo por el paisaje y la
incidencia de la luz a diferentes horas. Capta la vibración lumínica mediante
pequeños y rápidos toques de colores puros que dan aspecto inacabado a sus
obras desde cerca, pero que se funden a determinada distancia. Es amante de
representar los efectos de la niebla, el humo, los reflejos de las aguas o la
luz solar. A veces realiza series de un motivo a diferentes horas o estaciones
del año: Catedral de Rouen, Estación Saint Lazare, o las series de Nenúfares
efectuadas al final de su vida. A él se debe el título de la obra que dio pié a
la denominación de impresionistas para el grupo: Impresión. Sol naciente.
Auguste Renoir (1841-1919): Comienza captando temas de la vida amable de
diversiones en los que refleja las vibraciones de la luz (Le moulin de la
Galette) o desnudos en los que estudia los efectos de luz y sombra en las
carnaciones. Después de un viaje a Italia se obsesiona por el dibujo
abandonando parcialmente el impresionismo.
Edgard Degas (1834-1917): Es un impresionista de la forma más que del
color (utiliza el negro). Introduce temas nuevos en los que aparece el
movimiento (carreras de caballos, bailarinas). No se limita al mundo elegante,
sino que pinta también el cansancio (Planchadoras) o escenas íntimas de mujeres
(Toilette).
Paul Cézanne
Cézanne perteneció al final de la época del
impresionismo. Siendo un artista no muy dócil y con una escuela estricta, el
post-impresionista Paul Cézanne vivió rezagado de la sociedad y montó muy pocas
exposiciones. Aunque ahora las obras de Cézanne están valuadas en millones de
dólares, su trabajo nunca pudo ser bien visto por los críticos de su época
debido a las corrientes políticas a las que era afín.
Edgar Degas
La danza y
el ballet eran los temas más interesantes para Degas. Su estilo conformado de
pinceladas con mucha luz, hacen que la belleza quede plasmada en una pintura.
Las formas femeninas en estado puro, recrean situaciones en las que la mujer
protagoniza escenas con belleza en todo su contexto.
Winslow
Homer
Con la
estética francesa, este pintor nacido en Boston fue uno de los grandes
representantes del impresionismo en Estados Unidos. A pesar de ser parte de la
corriente impresionista, retrata de forma agria el realismo que vivía su país a
finales del siglo XIX.
Édouard
Manet
Fue uno de
los iniciadores del impresionismo. Siendo parte de una familia acomodada, Manet
pudo viajar por muchas partes del mundo en donde conoció a grandes artistas que
fueron su inspiración para crear obra con una belleza subjetiva.
Claude Monet
Nació a
mediados de 1840 y fue un gran aprendiz de los pintores de su época. Al ser de
la corriente impresionista pudo plasmar la belleza que observaba de manera
abstracta. Fue uno de los grandes impulsores en quitar el color blanco y
utilizar los matices para representar la luz.
Pierre-Auguste
Renoir
Si algo pudo
retratar Renoir en sus pinturas, fue la felicidad. El pintor del impresionismo
no podía pintar algo que no fuera bello ante sus ojos. Una comida, su casa de
campo o las mujeres, eran la inspiración suficiente para este francés que vivió
los estragos de la guerra y una terrible enfermedad le quitó la facultad de
seguir pintando.
Las mas famosas obras y pinturas impresionistas
Les
presentamos a continuación las obras que marcaron la historia del impresionismo
y del postimpresionismo. No incluimos los cuadros famosos de Monet ya que hemos
decidido crear una página entera dedicada específicamente a éstas.
Édouard
Manet, Le Déjeuner sur l'herbe, 1862-1863
Inicialmente
llamado «Le Bain» o «El Baño», este cuadro hacía parte de la exposición en el
Salón de los rechazados en 1863. En esa época, el público se ofendió por la
representación de una mujer desnuda entre los hombres vestidos.
Pierre-Auguste
Renoir, La Grenouillère, 1869
Este cuadro
muestra la Grenouillère, un lugar de descanso muy popular en las orillas del
Sena frecuentado por la alta sociedad. Además de ser un lugar idóneo para
bañarse y navegar en canoa, la Grenouillère contaba con un restaurante.
Edgar Degas,
le Foyer de la danse, 1872
Edgar Degas
eligió para esta obra un lugar que muestra la vida cultural y mundana de París
en esa época: la Ópera de la calle Le Peletier. La escena se desarrolla en una
sala de danza, durante un ensayo de ballet.
Berthe
Morisot, Le Berceau, 1872
En este
cuadro, Berthe Morisot evoca el tema de la maternidad y de la ternura entre
madre e hijo.
lfred
Sisley, Le Pont à Villeneuve-la-Garenne, 1872
Aquí, Alfred
Sisley pinta el puente y las orillas del Sena como se aprecian en
Villeneuve-la-Garenne en verano. En el mismo lugar, también pintó Rives de
Seine, Villeneuve-la-Garenne (conocido como Pueblo a orillas del Sena).
Camille
Pissarro, Gelée blanche, ancienne route d'Ennery, Pontoise, 1873
Pissarro
elige representar la naturaleza en su forma más simple: un prado cubierto de
escarcha al amanecer, en el cual camina un campesino cargando un haz de leña.
Paul
Cézanne, Étude – Paysage à Auvers, 1873
Édouard
Manet, Claude Monet peignant dans son atelier, 1874
Manet pinta
el retrato de su amigo Claude Monet pintando a bordo de su barco en Argenteuil.
Pierre-Auguste
Renoir, Le Bal du Moulin de la Galette, 1876
Este cuadro
fue expuesto en el Salón de los impresionistas de 1877. Escondidos en el
ambiente alegre de esta escena, Renoir pintó a alguno de sus amigos entre la
multitud.
Alfred
Sisley, Le Pont de Moret, 1893
Alfred
Sisley representa aquí el puente de Moret-Sur-Loing, ciudad que conserva los
rastros de su historia medieval en sus murallas y fortificaciones. El pintor
realizó una serie de pinturas sobre esta ciudad, en la cual pasó una parte de
su vida hasta su muerte en 1899.
La cuna del
impresionismo se encuentra sin ninguna duda en Giverny, donde podrá visitar la
casa y los jardines del fundador de la corriente: Claude Monet.
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